Mezcala, la otra política

Rubén Martín / Público, 25 noviembre 2010

Este día la población de Mezcala celebra su principal fiesta comunitaria, y eso que tiene decenas a lo largo del año. Se trata de la conmemoración de la victoria que obtuvieron frente a la Corona española durante el sitio a la isla de Mezcala en la que los pueblos insurrectos de la ribera de Chapala mantuvieron por cuatro años, de 1812 a 1816.

Se ha hablado y escrito mucho acerca de esta victoria de los pueblos en rebelión de la ribera de Chapala, pero no lo suficiente. El conocimiento detallado y la difusión de la rebelión que protagonizaron estos pueblos hace 200 años aportarían más a la comprensión del Bicentenario de la Independencia que todo lo que gastó la comisión oficial en celebrar, de manera hueca y poco creativa, los 200 años de la Independencia.

Como se sabe, el alzamiento de los pueblos y comunidades indígenas y campesinas de la ribera del lago de Chapala ocurridos entre 1810 y 1821, fue uno de los grandes acontecimientos durante la Independencia. El episodio más importante, fue la resistencia que los comuneros mantuvieron durante cuatro años, en la isla de Mezcala, de 1812 a 1816. El sitio impuesto por la Corona española fue derrotado y los insurgentes y los gobernantes de la Nueva Galicia firmaron un armisticio el 25 de noviembre. Por eso hoy los pobladores de Mezcala están de fiesta.

Pero Mezcala es más que pasado. Tienen un proyecto comunitario que se puede servir de inspiración para miles de personas que intentan resolver los problemas por sí mismo, al margen del capital y del Estado.

En Mezcala, como en miles de comunidades de todo el país, la población está harta de políticos y de gobiernos que son incapaces de ofrecer los satisfactores básicos. Por esta razón desde hace tiempo han avanzado en un proyecto donde caminan a su propio modo, a su tiempo y con sus propias tareas al margen de los partidos y los gobiernos.

Hace justamente un año, el 25 noviembre de 2009, dieron a conocer un programa en el que dejaron en claro que querían avanzar en la “construcción de su autonomía” e hicieron públicos ocho proyectos comunitarios.

1) El manejo de dos bancos de material de balastre que hay en la comunidad; 2) la instalación de pozos de agua en la parte alta de la comunidad para habilitar áreas de cultivo junto a la carretera; 3) la construcción de por lo menos nueve comedores-restaurantes comunitarios (uno por cada barrio) para ofrecer servicio a los visitantes de la comunidad; 4) la construcción de un área de campamento con servicios básicos y áreas recreativas en la zona boscosa del territorio para recibir visitantes; 5) la construcción del auditorio-teatro y biblioteca comunitaria; 6) la consolidación de la comisión de recaudación de fondos de las fiestas patronales; 7) el recorrido, cuidado y limpieza total de los linderos de la comunidad para crear senderos donde se muestren a los visitantes los ecosistemas, la flora y fauna de la zona; y 8) es el fortalecimiento de las danzas tradicionales.

La comunidad coca de Mezcala y sus autoridades tradicionales han ido avanzando poco a poco para cumplir con estos proyectos.

Pero resulta que, como suele suceder, el gobierno en lugar de ayudar estorba. Los comuneros denunciaron que hace una semana inspectores de la Secretaría de Medio Ambiente (Semades) llegaron a tratar de clausurar uno de los bancos de materiales que están explotando.

Los comuneros lo impidieron y además se negaron a siquiera tomar el acta que los inspectores querían dejarles. Los comuneros insistieron que los bancos de materiales son propiedad de la comunidad y que su explotación les permite financiar otros proyectos como la construcción de caminos sacacosechas.

Sorprende el interés de Semades en interesarse por un banco de materiales de la comunidad, cuando comúnmente procede con negligencia e incapacidad para resolver asuntos medioambientales en verdad graves, como la empresa apestosa de Ixtlahuacán de los Membrillos, las decenas de empresas contaminantes de El Salto o los basureros que contaminan los pueblos de Zapopan, en la barranca de Huentitán. Para eso no sirve el gobierno, pero sí van y tratan de afectar a un proyecto que lleva a cabo la comunidad de Mezcala en ejercicio de su propia autonomía.

Pero justamente por este tipo de actuaciones del gobierno, la comunidad de Mezcala emprende su proyecto de autonomía y su manera de hacerlo y aplicarlo consiste en hacer otra política, radicalmente distinta a la política profesional que sirve a los intereses del dinero y del poder.

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