El abstencionismo, la mejor elección

Foto: Héctor Jesús Hernández, La Jornada Jalisco
Foto: Héctor Jesús Hernández, La Jornada Jalisco

Detrás de la supuesta apatía de los abstencionistas está la experiencia acumulada de amplias capas de la población que tras años y años de desencanto con el gobierno y la clase política profesional, sencillamente han llegado a la conclusión de que todos los partidos son lo mismo, y si esto es cierto, entonces, ¿para qué molestarse en ir a votar? ¿Para qué hacerle el juego a un sistema político que nos los representa?

 

 

Rubén Martín / Público, 14 abril 2009

Sigo pensando, como escribí en este espacio hace un par de meses, que lo mejor de la actual campaña electoral no es el entusiasmo para escoger a un candidato sobre otro o a tal partido por su propuesta o su ideología. No. Lo mejor de la actual campaña es que una buena parte de los electores está pensando en la mejor opción de hacer daño a los partidos y candidatos. La mayoría de la gente está hasta la madre de ellos, del gobierno, de las elecciones, en fin, del sistema político que se nos vende empaquetado como democracia y que en realidad es otra cosa.

 

Esta amplia mayoría que está en contra del actual sistema político, de democracia liberal representativa, se manifiesta en todas las encuestas con una proporción de entre 60 y 65 por ciento que dicen que no irán a votar en julio. El porcentaje es tan alto que empieza a preocupar a la clase política. Y tienen razón, pues así como el capitalismo se mueve por el lucro y el beneficio, el sistema político se alimenta de la legitimidad que concede la población y ésta, nos dicen, emana de las urnas.

 

De modo que empieza a configurarse un escenario en el que el dato más importante luego de las elecciones del 5 de julio no es qué partido ganó la Cámara de Diputados o las alcaldías en Jalisco, sino el porcentaje tan alto de personas que dejaron de ir a votar.

 

Pero resulta que este poderoso mensaje abstencionista (activo o pasivo, da igual) no sólo es criticado por los que están al mando de las instituciones del sistema político (organismos electorales, partidos, jefes de grupos políticos) sino también por un creciente número de académicos, periodistas y activistas de ONG´s que ahora que ya no tienen partido o candidato (como en el 2000 con Fox) creen que la mejor manera de expresar su rechazo a la clase política profesional es anular el voto.

 

Esta postura, me parece, es un desperdicio de energía y tiempo, y si lo que se quiere de verdad es un rechazo completo al actual sistema político, una estrategia equivocada.

 

Según los promotores de la anulación del voto, el mensaje que se envía mediante el abstencionismo se pierde entre los millones que no van por apatía. Es un falso argumento que no trata de ahondar en las razones de esa apatía. Detrás de esa postura, creo, está la experiencia acumulada de amplias capas de la población que tras años y años de desencanto con el gobierno y la clase política profesional, sencillamente han llegado a la conclusión de que todos los partidos son lo mismo, y si esto es cierto, entonces, ¿para qué molestarse en ir a votar? ¿Para qué hacerle el juego a un sistema político que nos los representa?

 

Los que llaman a anular el voto dicen que el abstencionismo no enviará ningún mensaje y, según ellos, las miles de boletas anuladas serán un poderosa señal a la clase política. ¿De verdad se imaginan a la clase política temblando con 100 mil boletas anuladas? ¿Es que no los conocen? ¿No bastan las decenas de casos de corrupción, impunidad, abusos a los que la clase política da vuelta a la página como si nada hubiera pasado? ¿Por qué creen que ahora sí los políticos profesionales tomarán en cuenta el mensaje de los votos anulados?

 

A mi me parece que es perder el tiempo. Hace rato ya que quedó claro que este sistema político liberal está en decadencia, hace tiempo que quedó claro que lo que hace falta no es otra reforma electoral (que es a lo más pueden aspirar los que llaman a anular el voto). Lo que necesitamos, si de verdad queremos cambios de fondo, es dejar que este sistema liberal que está cayéndose a pedazos, termine de morir para empezar a construir otro sistema basado en otras relaciones políticas. En este momento ir a anular el voto es hacerle el juego a los políticos que ya antes han traicionado la voluntad de la gente.

 

Ir a votar, aunque sea para anular la papeleta, implica de todos modos un elector que contará dentro del porcentaje de participación. Si están hartos de estos partidos, de este remedo de democracia, de esta clase gobernante, me pregunto, ¿para qué le hacen el juego? En las actuales circunstancias creo que es mejor ni siquiera considerar interlocutores a los gobernantes y a los políticos. Eso tiene más impacto que tomarse la molestia de ir a anular el voto.

 

Por eso creo que en estas elecciones, la mejor elección es no ir a votar.

 

 

7 comentarios en “El abstencionismo, la mejor elección

  1. Buenas tardes Lic. Rubén Martín, me ha parecido excelente el artículo sobre el abstencionismo que escribió, soy Óscar Antonio Jiménez Morales, pasante del Doctorado en C.S. de la UDG, hace tiempo entrevisté al Lic. Esteban Garaiz, estoy ya casi a punto de terminar mi tesis de Doctorado intitulada: «Abstencionismo electoral y el detrimento estancamiento del bienestar económico, ZMG, elecciones federales de 2003 y de 2006».

    Él me recomendó entrevistarlo sobre ello, sobre el abstencionismo, ¿me podría conceder una entrevista?

    Mis teléfonos son: Oficina: 38337116

    Cel: 3310053506

    Muchas gracias por su atención.

  2. En lo personal he estado permanecido en la misma disyuntiva de anular mi voto o de abstenerme de ir a votar.
    No creo que el dejar de participar en el proceso logre que este sistema tan amañado termine por caer, simplemente porque considero que la indiferencia prestada a este proceso y a todo lo que hagan los políticos les permite seguir haciendo su voluntad. Porque llegaran al poder con el poco porcentaje de personas que voten, el abstencionismo, si bien representa artasgo, tampoco logra solucionar nada. Soy de las personas que creen, quiza ingenuamente, que necesitamos seguir buscando actuar y confrontar lo que ocurre en la sociedada simplemente dejar que el mundo gire y creamos que no se puede hacer nada. Lei su columna del dia de hoy en Público (21Mayo09), en la que aborda este mismo tema, con una lista de 14 razones para evitar seguir en el juego de la democracia simulada en el proceso electoral. Sin embargo, precisamente por esas mismas razones creo que vale la pena que las personas se convenzan de que es mejor buscar acciones alternativas para terminar con este sistema, y si bien como usted lo dice, un sistema que esta por desintegrarse en sí mismo, quizá tengamos la posibilidad de entender en proceso por el que se esta destruyendo y contruir una distinto pero desde la convicción y la particípación ciudadana. El pensamiento crítico al que usted hace alucion en querer construir en las personas no tiene un sentido real, al menos para mi, si no busca algo mas que sólo hablar y evidenciar cosas que no buscara cambiar.

    Muy probablemente no concordemos en lo que es mejor hacer para este proximo 5 de Julio, pero admiro su trabajo y sus opiniones.

    1. Bien Nora yo estoy de acuerdo contigo, no ir a votar y anular tu voto es conformismo y desinteres por lo que uno quiere para México

  3. Con relación al comentario, quiero decir que si bien es cierto el resultado del abstencionismo es el mismo que el de anulación de votos, es diferente el tratamiento final puesto que en cuanto al abstencionismo, delata un conformismo total con los actos de gobierno por parte del abstemio; en cambio, quien anula voluntariamente su voto, señalando en la boleta dicha voluntad con alguna leyenda, está mostrando su inconformidad y en su caso una queja con las acciones de los gobernantes; por lo que si el ife o en Jalisco el IEPCJ tienen a bien señalar el numero de votos anulados voluntariamente, será amplio y notorio el deterioro de los partidos politicos y sus afiliados (elegidos por minorias) y la ciudadania se dará cuenta que si se puede cambiar el modelo de gobierno, como lo señala nuestra Carta Magna.

  4. No votar = Voto nulo = Voto independiente = Votar por el PRI

    El PRI tiene más voto duro que cualquier otro partido.

    Mejor hago valer mi voto.

  5. todo esto si no es detenido a tiempo resultara en una guerra civil, provocada por la avaricia de pseudopoliticos que solo buscan el enriquecimiento a costa de el erario publico, y toman sus puestos politicos como una plaaforma para impulsar negocios familiares, y al final pasan con pena y sin gloria, dejando carencias que el que viene atras aprovechara para su campaña y repetira nuevamente el ciclo, rojos verdes azules todos son iguales.

    felicidades por tu blog, necesitamos mas espacios de expresion como este

Deja un comentario