Depuración o simulación panista

Gustavo Madero.02 noticieros televisaRubén Martín / El Informador, 15 diciembre 2012

El Partido Acción Nacional (PAN) sufrió la peor derrota de su historia el pasado 1 de julio de este año, cuando perdieron la elección presidencial, la mayoría en el Congreso de la Unión e importantes espacios locales, como la gubernatura de Jalisco.

Esa derrota marcó el fin de doce años de gobiernos federales del PAN y 18 años de hegemonía panista en Jalisco. El fin de ciclo panista se veía venir.

Dos factores externos y uno interno fueron esenciales para la derrota, según se lee en el documento de análisis elaborado por una comisión especial y entregado a la dirección nacional.

El gobierno de Calderón no logró resolver ni el problema de inseguridad, ni el de empleo y bienestar para la población.

El aspecto interno que explica la derrota es que Acción Nacional dejó de verse como un partido de políticos honestos, como era percibido antes en su travesía opositora.

Ante esta severa derrota, la comisión especial que elaboró el diagnóstico interno propuso a la dirigencia nacional, un proceso de renovación con reforma de estatutos, una discusión interna para poner en el centro de la acción política la honestidad y la congruencia, acompañado de un proceso de renovación del padrón electoral.

Todo ello concluye con una asamblea nacional que se celebrará en marzo de 2013 en la capital del país.

Con estas medidas la dirigencia panista supone que se están renovando, pero los indicios dicen otra cosa.

De ello da muestra el proceso de reafiliación al PAN. Tras el diagnóstico de la derrota, la dirigencia blanquiazul decretó que todos afiliados deberían acudir nuevamente a los comités municipales para refrendar su militancia, ya fuera como activos o adherente. La fecha límite para reafiliarse concluyó el viernes 14 de diciembre. El padrón del PAN se multiplicó en los años que estuvieron en el poder.

De los poco más de 100 mil militantes que había en 1999, llegaron al millón 868 mil socios activos y adherentes. En Jalisco los pocos miles que componían el panismo en 1995 ascendieron a 160 mil 741 socios activos y adherentes en agosto de este año. Más de la mitad del padrón será rasurado, según ha admitido el mismo dirigente nacional panista Gustavo Madero, lo que da idea del tamaño de la depuración en curso que atravesará Acción Nacional.

La mayoría dejará el partido por la misma razón por la que entró: por chamba en el Gobierno. Al no tener poder y puestos qué repartir, más de la mitad de la membresía se alejará de Acción Nacional.

El problema es que los que quedan no estarán completamente renovados. En Jalisco se supo de brigadas de afiliadores masivos mandados por los dirigentes de los grupos políticos. El resultado de esta simulación de renovación es que las prácticas que se pretendían erradicar seguirán en muchos grupos y dirigentes panistas.

Eso indica que si de verdad pretenden cambiar, tendrían que enfrentar un proceso de discusión y renovación interna, más profundo y radical de lo que hasta ahora se ha hecho, y eso es un proceso pendiente.

Hasta ahora parece que la depuración quedó en simulación.

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