Rubén Martín / El Informador, 18 enero 2013
A pesar de su historial de confrontación política, a pesar de los insultos que en el pasado se han proferido, Raúl Padilla López y Enrique Alfaro Ramírez hicieron, momentáneamente, a un lado sus diferencias y se reunieron en privado en una charla cordial y amable. El encuentro ocurrió el martes 6 de noviembre del año pasado, a las 19:00 horas, en la casa de un empresario cercano a ambos.
Raúl Padilla llegó acompañado de Enrique Velázquez, coordinador de los diputados del PRD en el Congreso del Estado, y a Enrique Alfaro lo acompañó Clemente Castañeda, coordinador de diputados de Movimiento Ciudadano. Hubo canapés y quesos y se sirvió whisky y agua a los asistentes. El encuentro duró entre 40 y 50 minutos.
Y si bien hubo cordialidad y hasta bromas mutuas, ambos lados sostuvieron que no fue una reunión para llegar a ningún acuerdo político.
El ex alcalde de Tlajomulco Enrique Alfaro, interrogado sobre esta reunión, refirió que lo más importante fue dejar en claro que, si bien tienen diferencias, éstas son políticas y no personales.
“Platicamos de muchos temas, hablamos de la FIL, y simplemente en lo político dijimos que qué bueno que se había construido el acuerdo de los diputados (cuatro días antes se había anunciado la creación del bloque opositor), que era algo que le servía a Jalisco y el comentario de las campañas; y más allá de la historia de los antecedentes que hay, ninguna de las dos partes, así lo expresamos, tiene una confrontación de carácter personal. Es política, tenemos diferencias y es entendible que se dejen en ese terreno y no en lo personal”.
Enrique Velázquez, por su parte, enfatizó la cordialidad con la que se dio la reunión privada. “Fue muy cordial, pero sin hablar temas de fondo. Y dadas las condiciones anteriores, fue un encuentro con mucha amabilidad y cordialidad”.
Para el diputado local por el PRD, el encuentro entre Alfaro y Padilla deja como resultado un canal de comunicación entre ambos. “Cuando nos dedicamos a la política, debemos de entender que los pleitos no deben ser de largo plazo. Cuando alguien incide en la vida política del Estado lo mejor es tener una mínima comunicación, no digo que toda, para platicar algunos temas coyunturales”.
Para bajar la tensión hubo bromas, como cuando Alfaro preguntó por qué no le avisaban a él previamente de las ruedas de prensa que el PRD o algunos universitarios dieron durante la campaña electoral pasada; Raúl Padilla le dijo que tampoco a él le avisaban cuando Alfaro declaraba en su contra.
Hacia el final Alfaro preguntó si lo iban a invitar a la Feria Internacional del Libro y Padilla le dijo que sí, pero para que le entregara el premio a Alfredo Bryce Echenique, el controvertido escritor peruano que estaba en la polémica por denuncias de plagio.
Bromas aparte, Alfaro señaló que, si bien la reunión fue cordial y pudo haber servido para bajar de tono a la confrontación entre ambos personajes y sus respectivos grupos, esto no implica un acuerdo entre ambos.
“Voy a decirlo con todas sus letras: yo, con el señor Padilla, políticamente no voy ni a la esquina, no tengo nada que acordar con él, nada que construir, pero tampoco tengo un problema personal que se deba convertir en un pleito permanente”.
Alfaro rechazó que un resultado de dicho encuentro fuera la negociación del presupuesto estatal en la que los diputados de Movimiento Ciudadano no objetaron la reasignación de más de 300 millones de pesos para la UdeG.
Reconoció el papel que juega el ex rector de la UdeG en la vida pública de Jalisco. “Me guste o no me guste, es un actor político importante del Estado”, pero tan no hay acuerdo que anticipa que en las elecciones de 2015 podría estar enfrentando a un Padilla en las urnas, en referencia a Trinidad Padilla, a quien algunos ven como candidato del PRI a la alcaldía de Guadalajara.
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